Cuando estábamos preparando la publicación de La pintura de Santiago Rusiñol. Obra completa (2004) el P.Laplana aportó una fotografía de Santiago Rusiñol pintando un cuadro en un jardín de Mallorca que utilizamos para el volumen dedicado a la vida del pintor. Esta fotografía se la había regalado Rusiñol al pintor Joaquim Mir, y Josep, el hijo de éste la proporcionó al P. Laplana. Que el personaje de la foto era Santiago Rusiñol, no había ninguna duda. Supimos identificar el cuadro que Rusiñol estaba pintando en un rincón del jardín de la posesión de Son Angelats, en Sóller, y pudimos establecer la fecha de la fotografía porque sabíamos que Rusiñol estaba pintando en este jardín en noviembre de 1905. El titulo Flors Blaves viene dado por las flores de plumbago de este color que vemos a ambos lados del caminal del jardín.
En 1907 Rusiñol lo presentó en la Exposición Internacional de Barcelona y el jurado lo considero valedor de una medalla de primera clase. Un año más tarde de Flors Blaves Rusiñol hizo una versión en pequeño formato que fue incluida, como elemento ornamental, junto a otras composiciones de diferentes pintores, en un mueble que el Círculo Artístico de Barcelona regaló al político mallorquín Antoni Maura, con motivo de su visita a Barcelona.
En 1911 Rusiñol ya había vendido Flors blaves y pidió la obra en préstamo al propietario que lo había comprado para presentarlo en la Exposición Internacional de Roma junto con otros cuadros que consideraba los mejores de su producción de jardines.
En la exposición Santiago Rusiñol. Jardins d’Espanya en el Museo del Modernismo de Barcelona (2017), Flors blaves fue una revelación. Esta tela, que hacía más de un siglo que el público no veía, resultó ser una de las más admiradas de la muestra.
Últimamente, en la magnífica exposición dedicada a la obra fotográfica de Guillem Bestard (Pollença 1881-Exeter 1969), que el Museo de Pollença tiene abierta en la iglesia del Roser del convento de Sant Domingo hasta el 9 de junio de 2019, hemos descubierto el autor de la fotografía de Rusiñol pintando Flors Blaves. Bestard, que además de fotógrafo era pintor, se relacionó con muchos artistas que pasaban por Pollença, y concretamente con Rusiñol y Joaquim Mir en 1902 cuando éstos estaban en Pollença pintando los cuadros destinados a la decoración del comedor del Grand Hotel de Palma. Desde el estudio del fotógrafo Bestard, en la calle Mayor de Pollença, Rusiñol pintó Dijous Sant,una escena de atardecer que muestra la procesión de Semana Santa subiendo por la calle de Monti-Sion, una tela de la que nunca se desprendería y que destinó a la colección de pinturas de su exclusivo Cau Ferrat. Años más tarde Bestard haría una fotografia casi desde el mismo punto de vista.
Mercedes Palau-Ribes
Mallorca, 10 de mayo de 2019
